Antecedentes, causas y consecuencias del desempleo juvenil
Introducción:
El desempleo juvenil, por su magnitud como problemática económica, ha atraído la atención de académicos y de los responsables de la política pública, por lo que este fenómeno ha sido materia de formulaciones teóricas, investigaciones y políticas relativas a su impacto en la producción, en la economía y en el bienestar.
Es por ello que la literatura referente a este tema es muy amplia, y abarca desde análisis teóricos hasta discusiones metodológicas y de definición respecto a la condición joven de los individuos. En ese sentido, los trabajos referentes a este tema abarcan un carácter multidisciplinario, por lo cual se evidencia lo complejo del fenómeno que en algunos casos implica efectos prologados hasta la vida adulta de los individuos. Estos efectos están relacionados con el desperdicio y la degradación del capital humano, con la imposibilidad de satisfacer sus necesidades, con la incapacidad de generar ingresos que permitan acceder a bienes y servicios, y con una incertidumbre económica, expresada en la pérdida de la capacidad de ahorro a lo largo del ciclo vital y en general, en las perspectivas laborales futuras.
El desempleo juvenil es el paro de personas jóvenes que se encuentran en edad de trabajar y están buscando activamente un empleo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) define a los jóvenes como personas de 15 a 24 años de edad.
En México, el desempleo juvenil es un problema grave, ya que en el segundo trimestre de 2024, cuatro de cada diez personas desempleadas tenían entre 20 y 29 años. En total, se estima que más del 50% de los trabajadores desocupados en el país tienen menos de 30 años.
Algunas de las causas del desempleo juvenil son:
• Falta de experiencia
• Baja preparación académica
• Falta de competencia
• Mercado laboral con oportunidades limitadas y fuerte competencia
• Nivel de educación que no se adapta correctamente al mercado laboral
• Falta de objetivos
• Políticas insuficientes
El desempleo juvenil es un problema global y estructural que se relaciona con situaciones de pobreza y exclusión social. Sus consecuencias pueden afectar el bienestar actual y las perspectivas a futuro.
Antecedentes:
Uno de los grandes problemas de cualquier sociedad es la falta de oportunidades laborales, particularmente para los jóvenes que deben enfrentarse a la falta de experiencia y el bajo nivel salarial.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en México la población juvenil representa una cuarta parte, es decir, en el país hay 30.6 millones de personas entre 15 y 29 años de edad.
Esa cuarta parte de la población se está enfrentando a la precariedad laboral, según datos del Observatorio de Salarios, en México un joven será independiente en promedio a los 28 años 9 meses, en contraste con países de primer mundo como Suecia donde la edad promedio es de 21 años.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), en el primer trimestre de 2020, se registró una ocupación laboral de 803 mil 809 jóvenes de entre 20 y 29 años, lo que representó una caída del 6.4 % respecto al mismo trimestre de 2019. Sin embargo, la situación se sigue agravando a causa de la pandemia por COVID-19.
El origen del desempleo juvenil es un problema múltiple, pero radica principalmente en la falta de experiencia que se vuelve un círculo vicioso, es decir, si no hay trabajo, no puede existir experiencia y sin experiencia, no hay trabajo.
Además, a la situación contribuyen la falta de prestaciones conforme a la ley, baja preparación académica, la falta de competencia para desempeñar algún cargo, aunado a ello el mercado laboral presenta oportunidades limitadas y fuerte competencia.
El sector empresarial, el gobierno y las instituciones académicas son actores claves para crear un canal de comunicación que fomenten políticas públicas con el propósito de definir las competencias necesarias que se requieren para el reclutamiento de talento humano, además deben existir programas de formación profesional donde los jóvenes adquieran habilidades que les permitan ingresar al mercado laboral.
Sin embargo, no solo se trata de brindar capacitaciones para el desarrollo de habilidades, sino de generar oportunidades para los jóvenes donde tengan un ingreso formal y estable que fomente su desarrollo personal y profesional.
El desafío para Aldeas Infantiles SOS es lograr que los jóvenes que viven en los programas de Acogimiento Familiar obtengan un empleo digno, ante esto, las Empresas de Gran Corazón que decidan ayudar a la Organización, pueden apoyar con mentorías, asesorías y recursos que permiten que los jóvenes cuenten con más herramientas para cuando inicien su proceso de independencia.
Las Empresas de Gran Corazón cuentan con proyectos enfocados para que los jóvenes en situación vulnerable inicien con su proceso de vida independiente, por ejemplo, DHL y Nacional Monte de Piedad crearon proyectos de empleabilidad para impulsar la inserción laboral, experiencia que brinda a los jóvenes la posibilidad de construir un proyecto de vida.
Causas:
En México hay factores estructurales que ocasionan el déficit de plazas en el mercado laboral. Algunas de las causas de desempleo se han agudizado por la pandemia, como la fortaleza de la informalidad, la actividad económica insuficiente y la falta de estímulos laborales, lo que no permite generar los de puestos de trabajo suficientes para satisfacer el crecimiento de la población, coinciden especialistas.
Al mercado de trabajo le tomó 16 meses recuperar el nivel de ocupación que tenía previo a la pandemia. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al cierre de 2021 la población ocupada reporta 1.1 millones de plazas más de las observadas en marzo de 2020, período previo a las afectaciones iniciales de la emergencia sanitaria.
Sin embargo, mientras el mercado se mantuvo en un proceso de recuperación, la población potencial para trabajar también creció en 3 millones de personas. “El mercado laboral no ha absorbido todo el empleo necesario para atender el crecimiento poblacional en el último año”, apunta Marcelo Delajara.
Históricamente, una de las causas de desempleo es la insuficiente generación de puestos de trabajo para satisfacer la demanda, esto se observa con más frecuencia en la creación de empleo formal
Otro de los factores que explican el desempleo en México, agrega el especialista, es la estructura económica del propio mercado de trabajo, donde el sector de servicios aún tiene actividades que no han terminado de recuperarse, o bien están en un proceso lento de recuperación. Adicional a esto, la generación de nuevas oportunidades laborales ha sido desigual entre los estados.
Los factores estacionales que dependen de los ciclos económicos también son una causa común por la cual hay desempleo en México. Por ejemplo, en el sector formal en diciembre tiende a observarse una reducción de la fuerza laboral porque se da de baja al personal temporal contratado para el periodo de fin de año.
Son muchas las causas del desempleo juvenil, pero las principales son:
• Educación: El nivel de educación no se adapta correctamente al mercado laboral, es decir, las empresas no contratan a los jóvenes porque consideran que aún no tienen las habilidades que necesitan para desempeñarse en ciertos cargos.
• Falta de objetivos: Es probable que los jóvenes vayan en busca de un trabajo que no se ajusta a su perfil, por ello, es vital contar con las capacidades necesarias para desempeñarse en empleos acordes a sus objetivos.
• Políticas insuficientes: A través de políticas se puede facilitar la contratación de los jóvenes, el crear y fortalecer alianzas con el sector empresarial permitirá establecer proyectos
Por otro lado, la duración lleva a lo que económicamente se denomina "desempleo estructural". El desempleo estructural se produce cuando los trabajadores que están desempleados ven pasar el tiempo y quedan desactualizados de forma que ya no se encuentran cualificados para los trabajos que se ofertan. Por otro lado, el coste de búsqueda puede verse influenciado por la legislación del mercado de trabajo.
No sólo con la existencia de un salario mínimo, que puede aumentar el coste de la contratación para las entidades contratadoras, sino por el período de prueba al que tienen que someterse los trabajadores contratados. Aunque puede parecer favorable para el empresario, ya que es un coste menor que el de despido, cuantitativamente es menor el peso económico del despido frente al disuasorio del período de prueba.
Finalmente, al estudio del mercado de trabajo y sus procesos de formación, búsqueda y demanda le añadiremos el análisis de la incidencia de la discriminación positiva y negativa así como de la necesidad de medio ambiente donde las empresas deseen instalar sus negocios. Parece obvio que una medida para solucionar la alta tasa de desempleo juvenil en la actualidad sería la reducción del coste salarial que un joven conlleva para un empresario a través de la disminución de las cotizaciones. Pero como hemos observado a lo largo de estos meses, no sólo es un problema de elevados costes laborales, también lo son la productividad, o simplemente, las altas expectativas de los jóvenes. Cada vez observamos más, especialmente en las facetas vocacionales del "coaching" y la orientación, que se plantea la adaptación del perfil al puesto invertido pero también se aumenta la carga en optimizar las expectativas reales de los candidatos.
Consecuencias:
La situación de desempleo puede ser considerada unos de los eventos más estresantes de un individuo, de hecho, los efectos psicológicos más frecuentes provocados por el desempleo, destacan el aumento de sintomatología depresiva, los sentimientos de inseguridad y de fracaso, la pérdida de autoestima, deterioro de las relaciones familiares y sociales. Además de una experiencia de degradación social, de vergüenza o sentimientos de culpa. Todo ello, revela un cambio importante en el autoconcepto del individuo.
El desempleo juvenil puede tener consecuencias económicas, sociales y psicológicas:
• Económicas:
Los jóvenes desempleados pueden tener dificultades para ahorrar y sus perspectivas laborales futuras pueden verse afectadas.
• Sociales:
El desempleo puede deteriorar las relaciones familiares y sociales. Los jóvenes desempleados pueden sentirse dependientes de sus padres e incapaces de presentarse en el mundo adulto.
• Psicológicas:
El desempleo puede provocar sentimientos de inseguridad, fracaso, pérdida de autoestima, culpabilidad y vergüenza. También puede alterar la autoimagen y llevar a pensamientos de autodesvalorización.
El desempleo juvenil también puede tener un impacto a largo plazo en el crecimiento económico y la productividad de un país. Los jóvenes que pasan más de seis meses desempleados antes de los 30 años de edad tienen mayor probabilidad de sufrir otra experiencia de desempleo durante su vida laboral.
La falta de empleo no solo representa una carencia económica, que para muchos jóvenes significa dependencia a las figuras parentales. Obtener un empleo es una expectativa social y cultural adquirida desde la infancia y desde entonces continuamente reforzada a través de las influencias de la escuela, la familia y los medios de comunicación; y cuando el individuo logra insertarse en el mundo del trabajo, accede a un nuevo status y a una nueva identidad social. El desempleo interrumpe este proceso con lo que va a generar una nueva experiencia de derrota y de fracaso. Acarrea un retraimiento marcado por la depresión, y ansiedad, una disminución de las relaciones sociales y pasividad.
Los efectos que tendría para los jóvenes el no contar con un empleo los ubican en un contexto social que no les permite tomar decisiones relevantes, debido a su condición de dependencia. Lo anterior ocasiona que no exista la posibilidad, de construir un proyecto de vida particular, ya que no se ha cumplido plenamente el proceso de transición de la persona joven al mercado de trabajo. La falta de trabajo decente a temprana edad afecta las perspectivas laborales futuras y disminuye la capacidad de ahorro a lo largo del ciclo vital. El vínculo entre el desempleo juvenil y la exclusión social podría generar sentimientos de marginalización y aumentar los grados de violencia y las adicciones. Y contribuyen a anclarlos en sus contextos de exclusión, al proponerles una educación orientada a empleos informales e inestables.
El desempleo está provocando en los jóvenes un retraso en las prácticas de transición a la sociedad adulta, la situación de vulnerabilidad laboral y social a la que están sujetos los jóvenes enfrentan situaciones de gran incertidumbre en el mundo laboral, ya sea estabilidad laboral o por los bajos salarios que perciben.
La incertidumbre sobre el futuro generaría consecuencias psicosociales en los procesos de construcción de la identidad originando sentimientos negativos sobre el mundo sobre sí mismo al contemplar el fracaso.
Funente: https://www.aldeasinfantiles.org.mx/noticias/columna-sos/desempleo-juvenil

Es excelente, gran contenido.
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